Este domingo he participado en la duatlon de Banyoles donde había puesto mi mayor ilusión y sacrificio en hacer un buen papel.
El día no podía comenzar mejor, ya solo el camino de ida con mis dos grandes amigos en coche se hace muy ameno, en realidad la cursa ya empieza en el mismo momento que te subes al coche.
El sábado me levanto con un dolor extraño en el abductor izquierdo, me inquieta pero dudo que me pueda impedir el domingo realizar la carrera. El domingo, al levantarme, ya me doy cuenta que el dolor todavía persiste pero creo que con la emoción de la carrera y el calor de los kms dejaré atrás este rumorcillo.
Como se puede ver en la foto nos juntamos una buena colla del cerdanyola mas el More, que se aparta para la foto, nervios típicos de salida y de momento sin problemas en la pierna.
Salgo a buen ritmo, detrás de More, el primer Km marco un 3:50, aunque lo que miro es no superar las 155 ppm. El ritmo es cómodo, rozando lo 4 min/km, esto me permite ir pasando a gente sin problemas con un desgaste muy bajo, a la vista tengo al grupo del cerdanyola formado por Marcos, Miquel y Pedro, me sirven de guia con la idea de no separarme demasiado.
Los dolores empiezan a aparecer, lo que me provoca que baje el ritmo, siempre con la idea que quizás quede como un pequeño malestar, pero los dolores empiezan a ser cada vez mas fuertes por lo que decido abandonar en el Km 4, son muchos los Kms que quedan y muchas son las cursas que he de participar, intento resignarme y ver a mis compañeros como participan.
Si me jode el dolor en el muslo, mas me duele mi dichosa suerte, poco aliento de ánimos he recibido, por no decir ninguno, mas bien he escuchado voces de que haga un pensamiento en dejarlo. Que fácil es decirlo y que poca psicología, por así decirlo. Realmente uno no necesita comentarios como, ya eres mayor para esto o después de todo el tiempo que inviertes la cagas en el peor momento.
Mi pensamiento en voz alta es que primero lo que uno necesita en estos casos son ánimos. Nadie sabe lo mucho que significa para mi el deporte y la competitividad, y lo que menos necesito son consejos dirigidos en sentido contrario.
Como de esto ya soy veterano y si de algo he aprendido a lo largo de mi vida es que al único que hay que hacer caso es a uno mismo y realmente no hacer caso a nadie, solo a mi duende. Esto me provoca que me halla dado mas de una hostia en la misma piedra y aquí aplico un gran dicho que es que si uno se pregunta por que se ha caído es para saber a levantarse y si se consigue esto te hará mas fuerte
El día no podía comenzar mejor, ya solo el camino de ida con mis dos grandes amigos en coche se hace muy ameno, en realidad la cursa ya empieza en el mismo momento que te subes al coche.
El sábado me levanto con un dolor extraño en el abductor izquierdo, me inquieta pero dudo que me pueda impedir el domingo realizar la carrera. El domingo, al levantarme, ya me doy cuenta que el dolor todavía persiste pero creo que con la emoción de la carrera y el calor de los kms dejaré atrás este rumorcillo.
Como se puede ver en la foto nos juntamos una buena colla del cerdanyola mas el More, que se aparta para la foto, nervios típicos de salida y de momento sin problemas en la pierna.
Salgo a buen ritmo, detrás de More, el primer Km marco un 3:50, aunque lo que miro es no superar las 155 ppm. El ritmo es cómodo, rozando lo 4 min/km, esto me permite ir pasando a gente sin problemas con un desgaste muy bajo, a la vista tengo al grupo del cerdanyola formado por Marcos, Miquel y Pedro, me sirven de guia con la idea de no separarme demasiado.
Los dolores empiezan a aparecer, lo que me provoca que baje el ritmo, siempre con la idea que quizás quede como un pequeño malestar, pero los dolores empiezan a ser cada vez mas fuertes por lo que decido abandonar en el Km 4, son muchos los Kms que quedan y muchas son las cursas que he de participar, intento resignarme y ver a mis compañeros como participan.
Si me jode el dolor en el muslo, mas me duele mi dichosa suerte, poco aliento de ánimos he recibido, por no decir ninguno, mas bien he escuchado voces de que haga un pensamiento en dejarlo. Que fácil es decirlo y que poca psicología, por así decirlo. Realmente uno no necesita comentarios como, ya eres mayor para esto o después de todo el tiempo que inviertes la cagas en el peor momento.
Mi pensamiento en voz alta es que primero lo que uno necesita en estos casos son ánimos. Nadie sabe lo mucho que significa para mi el deporte y la competitividad, y lo que menos necesito son consejos dirigidos en sentido contrario.
Como de esto ya soy veterano y si de algo he aprendido a lo largo de mi vida es que al único que hay que hacer caso es a uno mismo y realmente no hacer caso a nadie, solo a mi duende. Esto me provoca que me halla dado mas de una hostia en la misma piedra y aquí aplico un gran dicho que es que si uno se pregunta por que se ha caído es para saber a levantarse y si se consigue esto te hará mas fuerte
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